Teatro y Terapia

Teatro y Terapia, un taller para niñas y niños

Hemos ofrecido de Enero a Marzo, a lo largo de ocho sesiones un Taller de Teatro y Terapia, en el Centro María Zambrano. En este proyecto hemos trabajado con la colaboración de Concha Villarubia, los Practicum de Psicología, Rocío, Jorge, Ana y María Artacho.

El teatro ofrece la posibilidad de enfrentarnos y actuar nuestros propios miedos y deseos. Y la terapia nos serena el alma, nos calma, nos hace distinguir entre el dolor y el sufrimiento. Teatro y Terapia nos facilitan el enfrentarnos a nuestros miedos, a los escenarios más temidos, en última instancia a nosotros mismas. El libro de “El teatro como oportunidad” de María Laura Fernandez e Isabel Montero, nos ha acompañado como transfondo.

Hemos partido también de la “Teoría del Juego Dramático” de Jorge Eines y Alfredo Mantovani. Concha Villarubia a lo largo de su extensa trayectoria, en el trabajo con los niños y en el mundo del teatro, se formó con Alfredo. Y desde ahí hemos intentado:

• Que los niños se expresaran. No buscábamos una representación final
• Que el acento estuviera en el proceso, no en un espectáculo para los padres
• Que los autores de los argumentos fuesen los propios niños
• Que la experiencia se basara en la improvisación, no en un texto escrito
• Que los niños descubrieran, crearan y recrearan su identidad a través del juego con los personajes.
• Que nosotras estuviéramos ahí, como parteras, como jardineras, abriendo el espacio, acompañando
• Que aprendieran los roles del teatro ejerciéndolos: de actor, director, escenógrafo, público, crítica…

En este viaje compartido, hemos podido recordar la importancia de explorar nuestras emociones y poder expresarlas. El grupo de niños ha sido muy heterogéneo y hemos cosntatado la importancia de integrar, de darle a cada uno un espacio y un tiempo. Hemos experimentado un profundo respeto al destino de cada niño. Y nos hemos adaptado a sus necesidades, a unos les hemos ofrecido alas, y otros raíces.

Gracias a Concha Villarubia, a Rocío, a Jorge, a Ana, a todos los niños y sus padres, que han confiado en nosotras.

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Esta entrada fue escrita porCentro María Zambrano