Reflexión del tercer día del Taller de adolescentes

Hoy llegué con mucha alegría al curso, casi rozando la euforia y los nervios.
Ese día se unieron a nosotros más personas aún, y me alegra observar como poco a poco vamos formando el grupo.
Trabajamos la expresión corporal y eso me ayudó a canalizar toda la energía que tenía por dentro.
A muchas personas podrían parecerles simples o incluso triviales los ejercicios que realizamos. Pero yo, que nunca tuve una buena relación con mi cuerpo, que siempre lo desprecié, sin identificarme con él, sintiéndome atrapada dentro de mí misma, afirmo que no lo son.
Nuestro cuerpo nos permite la vida. Nuestro cuerpo nos permite ser. Nos permite reír, sentir, conocer. Nos permite viajar, interactuar…y es el reflejo de nuestra alma.
Es por eso, expresarnos a través de él, es liberar todo aquello que llevamos por dentro, y mostrar, de la manera más visible posible, aquello que queda oculto.

Blanca Buendía

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Esta entrada fue escrita porCentro María Zambrano